En un evento cargado de reflexiones y análisis crítico, Fernando Carrillo Flórez, exprocurador general de la Nación y actual vicepresidente del Grupo PRISA, presentó su nuevo libro “Defender la democracia sin miedo desde la democracia” en el salón Juan Manuel Ruiseco Vieira de la Universidad del Norte.

Con un público compuesto por estudiantes, académicos y líderes de opinión, el autor abordó los retos actuales de la democracia en Colombia y el mundo, destacando la importancia de cuestionar las prácticas políticas que amenazan sus valores fundamentales.

Carrillo expresó su gratitud por presentar su obra en Barranquilla, ciudad que considera fundamental en su trayectoria profesional, y advirtió sobre la necesidad de proteger la democracia frente a las amenazas internas que enfrenta.

“Lo más dramático es que la democracia es la que está siendo cuestionada, cuando lo que hay que cuestionar es la forma como se hace política en Colombia. El reto es tratar de combatir los males que están golpeando la democracia desde adentro, que es una tesis fundamental del libro”, afirmó mientras indicaba que uno de los mayores desafíos es la percepción de las nuevas generaciones, que suelen dar por sentado este sistema político sin reconocer los esfuerzos necesarios para preservarlo.

Durante su intervención, hizo énfasis en la polarización política como un problema transversal que no distingue ideologías. “El problema no es de izquierda o derecha, sino de principios. Es un asunto de creer o no en la democracia”, señaló destacando cómo el mal uso de las redes sociales exacerba las divisiones ideológicas, dificultando los consensos que la sociedad necesita para avanzar.

El exprocurador también profundizó en la relación entre desigualdad y democracia, asegurando que las brechas no solo son económicas, sino también políticas.

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“El problema de la desigualdad no es solo económico, es político. Es falta de derechos, participación y voz”, indicó, haciendo referencia a un reciente informe del Banco Mundial que posicionó a Colombia como uno de los países más desiguales del mundo.

Carrillo concluyó con un llamado a la acción: proteger la democracia no solo como un sistema político, sino como un conjunto de principios que deben ser defendidos activamente. “La gran fortaleza de la democracia es su propia debilidad, porque nos obliga a defenderla todos los días”, expresó.